5 cambios neurológicos que llegan con la edad (y cómo prevenirlos)

Envejecer es una transición de gran relevancia para el ser humano, y significa un proceso gradual de cambios metabólicos, funcionales y mentales que disminuirán nuestras capacidades y alterarán la manera en la que percibimos nuestro entorno. 

Entre estos cambios se encuentran los relacionados con el sistema nervioso y funcionamiento neurológico, ya que con el paso del tiempo, el cerebro y la médula espinal pierden peso y neuronas, las cuales empiezan a trabajar de manera más lenta, dando lugar al deterioro de funciones mentales superiores.

Disminución de funciones cognitivas que se da con la edad

5. De atención

Primero hay que discernir entre los tipos de atención que experimenta el ser humano: sostenida (el foco atencional se fija en un mismo estímulo durante largos periodos de tiempo), dividida (el foco atencional se alterna entre diversos estímulos) y selectiva (atención que se presta a estímulos determinados sobre otros menos relevantes).

De las anteriores, es la atención dividida la que más se ve afectada por el paso de la edad, pues entre más complejas y variadas sean las actividades, requerirán mayor esfuerzo y menos eficiente resultará el desempeño de actividades. 

4. De inteligencia

Si se distingue entre la inteligencia cristalizada (acumulación de conocimiento, experiencias y su manejo) y fluida (ligada a factores biológicos y de transmisión neuronal) se encontrará que aunque pueden sufrir adaptaciones con el tiempo, la primera de ellas sucede adecuadamente a lo largo del tiempo de vida (salvo ante la presencia de trastornos mnésicos).

La inteligencia fluida, por otro lado, experimenta un deterioro importante a partir de los 70 años del individuo, y se asocia con la pérdida terminal de la inteligencia, la cual suele presentarse en los últimos meses de vida de las personas como consecuencia del decaimiento físico. 

3. De memoria 

Se considera que estos tipos de deterioro se deben más a la presencia de déficits cognitivos que a la vejez como tal, y según su nivel de gravedad podrán compensarse con cambios o terapias conductuales:

La memoria de largo plazo, por ejemplo, se ve levemente afectada, siendo los recuerdos episódicos o autobiográficos suscitados tras la segunda década de vida los que permanecen mejor que otros al envejecer.

La de corto plazo, por su parte, primero experimenta una influencia ligeramente negativa en la velocidad con que recupera la información; después, puede presentar dificultades (a partir de los 70 años), sobre todo cuando se relaciona con los procesos de atención mencionados anteriormente. Caso similar al de la memoria sensorial, pues se trata del almacenamiento más inmediato, exigiendo mayor agilidad del sistema cognitivo.

2. De juicio

Se asocia con el estado de deterioro cognitivo, sea leve y consecuencia natural del envejecimiento, o grave y ligado a la demencia. En este caso, las capacidades de pensamiento y discerción de la persona se ven afectadas, ocasionando situaciones complejas o incómodas que podrían exigir la compañía o asistencia constante. 

1. De orientación

Esta función cognitiva ligada a la percepción espacio-temporal, así como a los recuerdos y conicimientos, se ve adicionalmente influenciada por las afectaciones físicas que experimenta el cuerpo con el paso de los años; y similar al punto anterior, puede generar escenarios en los que las personas mayores requieran la atención constante por parte de familiares o asistentes para evitar situaciones de riesgo. 

¿Cómo contrarrestar estos cambios graduales?

A pesar de que muchos de estos cambios son parte inherente del envejecimiento, existen diversos hábitos y ejercicios que permitirán aminorar su impacto, incluso ralentizar su llegada.

Comiendo adecuadamente

Una dieta balanceada es la clave del bienestar físico y emocional, y cuando se trata de la salud cognitiva, tiene una relevancia impresionante: diversos estudios e investigaciones han revelado la hiperconectividad que posee el funcionamiento cerebral con las condiciones ligadas a la alimentacion; por ejemplo, la inflamación y presión sanguínea elevada derivadas del sobrepeso dificultan el desempeño de las conexiones neuronales. 

Realizando ejercicio

Las rutinas de ejercicio aeróbico favorecen el desempeño cerebral y compensan el declive neuronal, ya que ejercen como antioxidantes que a la larga agilizan el procesamiento mental, así como disminuyen los síntomas de depresión y ansiedad. 

Buscando motivaciones

Si bien cuidarse físicamente es de lo más importante, el estado emocional tiene una influencia inconmensurable en el bienestar integral del ser humano, por lo que muchos expertos consideran que mantener objetivos que motiven las acciones, cultivar la autonomía, intereses y relaciones, alimenta la vitalidad y estabilidad.  

Adicional a las opciones anteriores, destaca la importancia de mantener visitas periódicas con el médico de cabecera (o especialista, de ser necesario) para conocer las mejores alternativas según el ritmo de vida e historial clínico de cada persona. 

Referencias
Cambios en el sistema nervioso con la edad. Enero 22, 2019, de Medline Plus. 
Deterioro cognitivo leve. Enero 22, 2019, de Mayo Clinic. 
El envejecimiento cognitivo. Enero 22, 2019, de EF Deportes. 
Envejecimiento: Cambios Biológicos, Cambios Funcionales. Enero 22, 2019, de Alzheimer Universal.
El daño cerebral y algunas enfermedades cerebrales. Enero 22, 2019, de Fundación Aindace.  
Capacidades cognitivas. Enero 22, 2019, de El Rincón del Cuidador. 
Figueroba, A. Los 4 cambios psicológicos en la vejez (memoria, atención, inteligencia, creatividad). Enero 22, 2019, de Psicología y Mente.
Puerta, V. (2018). Cambios Neurológicos Adulto Mayor. Enero 22, 2019, de Prezi. 
Van Den Berg, E. (2016). Cinco claves para mantener el cerebro joven sea cual sea su edad. Enero 22, 2019, de Buena Vida.