¿Cómo se provoca una hernia?

Las hernias se presentan cuando alguno de los órganos o tejidos de la región abdominal del cuerpo sobresalen de la cavidad en la que se alojan, regularmente por debilidad o desgarre en el peritoneo (pared muscular que mantiene los órganos del abdomen en su lugar). Se manifiestan a través de protuberancias en la parte afectada, las cuales pueden ser notorias o casi imperceptibles, así como indoloras o molestas. 

Según su ubicación, se distinguen los siguientes tipos:

• Hiatal: la que se presenta en la parte superior del estómago cuando este se adentra al tórax.
• Femoral: tipo de hernia que es más común entre las mujeres y se distingue por la aparición de una protuberancia debajo de la ingle.
• Inguinal: común entre los varones, este tipo manifiesta las inflamaciones desde la ingle y puede extenderse hasta el escroto.
• Umbilical: se da alrededor del ombligo y es consecuencia de una mala cicatrización del mismo después del nacimiento.
• Quirúrgica: protuberancia que surge a través de cicatrices quirúrgicas en la región abdominal.

Y aunque su padecimiento no posee una causa clara, se conocen distintas condiciones y actividades que son tanto factores de riesgo como posibles raíces del problema: 

• Hacer grandes esfuerzos en la región abdominal, ya sea por estreñimiento, levantar objetos pesados, fuertes estornudos, etc.
• Tener sobrepeso y complicar :
• Haber sido sometido a alguna cirugía___
• Antecedentes familiares, ya que si existe historial del padecimiento, el riesgo de presentar alguna hernia es mayor.
• Condiciones congénitas en las que las protuberancias no siempre son perceptibles sino hasta pasados algunos años. 
• Fumar con frecuencia, pues el tabaco provoca el debilitamiento de los tejidos.

En general, el tratamiento de las hernias se divide en dos opciones:

• Observación: en los casos en lo que no se presentan síntomas se recomienda esperar y observar si existe algún progreso; sin embargo, en casos como los de la hernia femoral, esto puede generar riesgos importantes.
   
• Intervención quirúrgica: aunque no es muy claro si las cirugías preventivas son la opción más óptima para las hernias sin síntomas, es un paso recomendado para aquellas que presentan riesgo de traspasar el abdomen u obstruir el intestino, pues un procedimiento temprano es preferible a uno de urgencia.
  
  Dichas operaciones dependen de las condiciones de cada individuo, pero pueden resumirse a las siguientes formas: 
   
  • Reparación quirúrgica abierta: se cierra la hernia con suturas, mientras que la incisión generada por el procedimiento se sella con grapas, pegamento quirúrgico o sutura.
     
  • Reparación laparoscópica: se realizan incisiones más pequeñas, por lo que los tiempos de recuperación requeridos disminuyen considerablemente. Se trata de una intervención de mayor costo. 

Entre los síntomas que pueden presentarse cuando se padece algún tipo de hernia se encuentran la hinchazón del área afectada, dolor, náuseas, vómitos e incluso acidez estomacal (en el caso de la hernia hiatal). Y aunque la mayor parte de los casos manifiestan inflamaciones indoloras y sin mayores complicaciones, se debe acudir con un médico ante cualquier señal de sospecha para obtener el diagnóstico más preciso y evitar futuros inconvenientes. 

Fuentes:
Hernia. Mayo 14, 2019, de MedlinePlus.
MacGill, M. (2017). Tipos y tratamientos para las hernias. Mayo 14, 2019, de Medical News Today.